La humanidad en su conjunto sin importar razas, ni credos, ni lugares, ha buscado gracias a su empirismo creativo buscar soluciones para curar o mitigar sus enfermedades (los aspectos psicológicos, funcionales, sociológicos y nutricionales se ven muy afectados por el desdentamiento total y parcial). La implantología dental también ha formado parte de este progreso desde tiempos remotos y está bien documentada en la historia de la odontología de la que hay numerosos libros y artículos publicados.
Figura 1: Cráneo de mujer joven con sustitución del segundo premolar superior derecho por una falange de un dedo. Implante del neolítico de Faid-Sonard (Argelia) hace unos 9000 años.
Pero lo que aquí nos importa es explicar el estado del arte de la técnica. La implantología dental convencional se desarrolló a partir de los parámetros y directrices marcados por el Dr. Branemark. Este descubrió y documentó la osteointegración del titanio (que luego se aplicaría en cualquier tipo de disciplina implantológica) y desarrolló una técnica estándar con un protocolo rígido de tratamiento. Sin desacreditarlo en absoluto, todo lo contrario ya que permitió el éxito y la popularización de la implantología, debemos sin embargo reconocer que esta estandarización provocó deficiencias y desarrolló complejidad en la los tratamientos, al estandarizar también a los pacientes, cuando todos somos diferentes y proveemos diferente hueso y patologías. P.ej: En vez de adaptar las formas de los implantes al hueso disponible hicieron al revés para conseguir unas condiciones óptimas para su técnica, que aunque en muchos casos producen mejoras relativas se tradujeron en: -mayores daños biológicos para el paciente (aumentos e injertos óseos, distracciones óseas, splits, etc), -mayor complejidad y por la tanto aumento del riesgo del tratamiento, - crearon pacientes desahuciados para implantes, -renegaron de la carga inmediata, - alargaron considerablemente los tiempos de los tratamientos, etc.... y por el camino resultante todo se volvió más caro para el paciente y para el profesional.
Figura 3: Fomoso estudio en 1969 sobre la cicatrización en tibias de conejos con implantes de titanio del Prof. Dr. Branemak...paradójicamente el implante está oseofijado.
Al mismo tiempo grupos de cirujanos orales pensaron de maneras diferentes (aunque adoptaron el titanio por su propiedad de osteointegración o fisiointegración con el hueso), desarrollando la implantología monofásica (Graffelman, Garbaccio, Mondani, Tramonte, Bauer, Linkow, Mander…etc) , la implantología basal (Scortessi, Sphan, Ihde …etc) o la moderna implantología estrátegica (Dr. Ihde), buscando otras soluciones para mejorar los tratamientos a sus pacientes. Una de las principales características de estas implantologías desde sus inicios es la carga inmediata, esta consiste en poner los dientes en función al paciente en el mismo acto quirúrgico o hasta 72 horas después, en vez de dejarlo con carga diferida un mínimo de 2 a 4 meses en el mejor de los casos, siempre que no se hayan realizado injertos u otros procedimientos de aumentos óseos que multiplican los tiempos y el riesgo subyacente del tratamiento. Esto crea la paradoja de que el paciente que pide tratamiento al profesional para restituir sus dientes queda parcialmente minusválido oral durante un periodo de tiempo relativamente largo, en contraposición la implantología monofásica, basal o estratégica normalmente no requieren aumentos óseos, por lo tanto son de una sola cirugía, o incluso de una rehabilitación definitiva directa (implantología estratégica), lo que sumado a otras características (en su mayoría se colocan sin abrir colgajo) hacen que sean terapias mínimamente invasivas.
1972 Implantología Basal
En lo concerniente a la implantología basal esta fue desarrollada y mejorada en varias fases, principalmente por dentistas franceses y alemanes.
Figura 4: Forma de implante lateral de Jean-Marc Julliets 1973
El primer implante basal de una sola pieza, fue desarrollado y utilizado por el Dr. Jean-Marc Julliet en 1972. Su diseño estaba disponible en dos tamaños y ha estado en uso, sin cambios, hasta el día de hoy. Pero como no se produjeron herramientas homólogas de corte para este implante su uso era bastante exigente.
No fue sino hasta mediados de la década de 1980 que el dentista francés Dr. Gerard Scortecci presentó un sistema de implantes basales completo, con sus correspondientes herramientas de corte. Junto con un grupo de cirujanos orales, desarrolló dos tipos de implantes bifásicos basales, llamados "Diskimplants", con conexiones internas y luego externas a la superestructura protésica.
Desde aproximadamente mediados de la década de 1990, en Alemania otro grupo de cirujanos orales desarrollaron nuevos tipos de implantes basales e instrumentos más precisos y adecuados, así como de los accesorios prácticos, basados en los sistemas Diskimplant. Estos esfuerzos dieron lugar al desarrollo de los modernos implantes basales.
En 1997 el dentista alemán Dr. Stefan Ihde comenzó a producir implantes basales laterales de forma similar a los "Diskimplants". Estos implantes eran redondos y no había muchas formas disponibles. La superficie inicialmente fue rugosa.
Las placas base antes redondas tienen ahora bordes antirrotatorios, esto previno la rotación temprana de los implantes en el hueso antes de la integración.
En 2002 fue inventada y patentada en Europa y los Estados Unidos el diseño de una nueva placa base resistente a la rotura.
Se introdujeron zonas de flexión en el eje vertical de implante.
A partir del 2005 las experiencias con los implantes basales laterales fueron transferidas a los diseños de los implantes crestales atornillables BCS, inventando y patentando nuevos modelos.
En cuanto a la estructura de la superficie en 1999 las partes verticales de los implantes fueron producidas pulidas, y desde el 2003 todo los implantes basales son producidos completamente maquinados. La razón es, que las superficies pulidas no muestran ninguna tendencia a la inflamación (sin mucositis, sin periimplantitis), y que en caso de aflojamiento estéril, la reintegración de los implantes se hace posible si se ajustan a tiempo las sobrecargas. También se observó, que la superficie rugosa y el hueso tienen menos tendencia a volver a integrar.
Los desarrollos de los implantes fueron diseñados en direcciones esqueléticas, dejando suficiente elasticidad para el desarrollo y la estimulación funcional del hueso.
También se desarrolló el diseño del pilar:
Inicialmente los implantes basales fueron diseñados como implantes de dos piezas (bifásicos), más tarde se introdujeron los diseños de una sola pieza (monofásicos)
Se desarrollaron dos tamaños del pilar para restauraciones cementadas.
Se desarrollaron conexiones externas atornillables. Estos diseños son importantes para el uso maxilofacial y la fijación de Epítesis.
Por supuesto el desarrollo no se detiene aquí. Hoy en día los sistemas de implantes basales producidos son mejores y más completos, permitiendo la simpificación de la técnica, que puede llegar ahora a la población necesitada.
2008 International Implant Foundation (Dr. Stefan Ihde & Cols.) – Implantología Estratégica
Es gracias a la pasión y dedicación del Dr. Stefan Ihde y otros usuarios de BCS® & BOI® que fundan la “International Implant Foundation” en 2008, donde se aglutinan y crean los nuevos conceptos de oseofijación, conocimientos, técnicas quirúrgicas y protésicas rehabilitadoras, que alumbran la nominada como “Implantología Estratégica”, que dejan obsoleta la implantología basal y que aportan la mayoría de los estudios al respecto, creando nuevas posibilidades tecnológicas, gracias a los múltiples aditamentos y formas de los “Implantes Estratégicos”, hasta el punto de abrir nuevos caminos conceptuales completos en la implantología dental y a ser una parte aceptada de la medicina académica recibida que parece inconcebible sin las características de estos nuevos dispositivos y sus progresos clínicos, con los que casi han desaparecido las limitaciones en la implantología oral.
Figura 2. Mandíbula encontrada por el Dr. Wilson Popenoe y su esposa en Honduras en 1931, presenta tres fragmentos de concha en lugar de dos incisivos inferiores. Es el primer ejemplo de un implante endoóseo aloplástico realizado presumiblemente con éxito en una persona viva. Mueso Peobody de Arqueología y etnología de Harvard, Cambridge, Massachusetts.